Muchas personas pueden llegar a conocer lo que es tener caries a lo largo de su vida y es que es una enfermedad dental muy común que se puede experimentar a cualquier edad. Este problema genera molestias sobre todo a la hora de masticar, porque el diente se va dañando a causa de que se crean aberturas sobre su superficie, que se van desarrollando, empeorando de esta forma el estado del diente.
En caso de no tratarlo a tiempo, puede afectar a capas más profundas del diente y crear problemas más complejos, por eso es necesario que cuando se note alguna molestia o se experimente alguno de los síntomas como sensibilidad al frío, pidamos cita con el dentista, para poner una solución cuanto antes.
Factores que Contribuyen a las Caries
Existen una serie de factores que contribuyen a la aparición de las caries, por eso hay que tratar de controlarlos para evitar su formación.
- Bebidas y alimentos que puedan quedar pegados en los dientes: Hay algunos alimentos que contienen almidón, que crea placa dental que afecta a la salud de los dientes. Algunos de estos alimentos pueden ser la miel, las pasas, los cereales, el pan, las bebidas gaseosas, las galletas…
- Ingesta de azúcar: El azúcar es uno de los principales motivos por los que aparecen las caries, sobre todo cuando se toman muchas golosinas y dulces. Estos dulces tienen ácidos que se mantienen durante más tiempo en la boca, dañando así el diente.
- Comer o beber con frecuencia: Consumir tentempiés cada poco tiempo puede favorecer la aparición de caries, porque se le aporta más bacterias a la boca para que produzca los ácidos que afectan al diente, desgastándolo.
- Falta de flúor: El flúor es un mineral que ayuda a prevenir las caries, incluso en sus primeras fases. Este componente lo encontramos en las pastas de dientes o enjuagues bucales, pero también se añade a muchos suministros de agua.
- Sequedad bucal: La falta de saliva en la boca puede producir problemas que dañen nuestros dientes como consecuencia de la sequedad bucal. Esta sequedad puede originarse al ingerir algunos medicamentos, algunas enfermedades o tratamientos de quimioterapia.
- Hidratación: Mantener una buena hidratación ayudará a cuidar nuestra salud bucodental, ya que el agua mejora la salud general y la hidratación de nuestros dientes.
- Encías retraídas: Las personas que sufren de encías retraídas deben prestar atención para evitar que se formen caries en la raíz del diente. Tienen un riesgo mayor de que esto ocurra porque la zona no está protegida por el esmalte.
- Posición de los dientes: Tener una mala alineación de los dientes puede ser uno de los factores por los que aparezca la caries. Esto se debe a que es mucho más fácil que se acumulen restos de comida y por tanto se genere más placa bacteriana. Las muelas y los premolares tienen más facilidades de desarrollar caries porque su forma es más desigual.
- Mala higiene dental: No seguir una buena rutina de higiene dental puede incentivar la aparición de caries. Es por ello que después de cada comida debemos cepillar los dientes adecuadamente, llegando a todas las zonas para evitar que se queden restos de comida, evitando así que se forme sarro.
Desarrollo y Progresión de las Caries
Hay que tener claro que el desarrollo de la caries puede ser lento, sobre todo cuando hay una cantidad importante de flúor en la rutina de higiene. El 50% de los casos que tienen caries no experimentan ninguna progresión después de 4 años, así como el 30% después de seis años y el 25% después de ocho años.
Los primeros síntomas que podemos ver en los que está apareciendo la caries es porque aparece una mancha blanca, sobre todo se suele manifestar en el primer y segundo molar. Tras la aparición de esta pequeña mancha, puede pasar mucho tiempo hasta que se desarrolle la caries, y es que pueden influir varios motivos en ello:
- La predisposición e higiene del paciente.
- La flora oral.
- La concentración de bacterias a causa de los alimentos.
- El tiempo que permanecen estas bacterias en los dientes.
Además de estos factores, influyen muchos otros en el desarrollo y progresión de la caries y que son más generales, como la edad, la dieta, factores endocrinos, inmunológicos…
Prevención de las Caries
Prevenir la caries es algo que está al alcance de nuestra mano, por ello es interesante conocer los pasos o consejos que nos pueden ayudar a prevenir la aparición de la caries.
- Cumplir con una buena higiene dental: es importante cepillar bien nuestros dientes a diario, varias veces al día. Además del cepillo de dientes, podemos complementarlo con el hilo dental y enjuagues.
- Seguir una dieta equilibrada: es interesante limitar la ingesta de dulces en nuestro día a día, así como de refrescos azucarados.
- Masticar chicles sin azúcar: muchas personas están acostumbrados a tomar chicles cada día, y esto puede dañar al esmalte. Es interesante optar por chicles sin azúcar, y si es posible, elegir aquellos que contienen xilitol, que ayudan a prevenir las caries.
- Tratamientos de flúor: iniciar tratamientos específicos de flúor puede ayudar para pacientes que tengan un alto riego, pero estos tratamientos deben ser bajo prescripción y control del dentista.
- Colocar selladores en fisuras: al tapar zonas de fisurar en los dientes y mulas, podemos evitar que se acumulen bacterias en esas grietas, y por tanto, evitar la formación de caries.
- Para combatir la sequedad bucal: beber siempre mucho agua y emplear sustitutivos salivares.
Tratamientos Comunes para las Caries
El dentista es quien debe determinar el nivel de avance de la caries que tiene cada paciente y según el estado en el que se encuentre, aplicar un tratamiento u otro.
Si la caries se encuentra en una etapa temprana, es decir, cuando esta aún no ha traspasado el esmalte es importante reducir el consumo de azúcares, además de insistir en un buen cepillado diario. Si la caries se encuentra en su momento más inicial, es posible revertirla con tratamientos de flúor siempre bajo la orientación del dentista.
Cuando ya la caries ha avanzado y se forma una cavidad, es cuando se va a requerir un tratamiento más elaborado, y podemos encontrar:
- Empaste.
- Restauración de la zona afectada.
- Tratamiento del conducto radicular o endodoncia.
- Extraer el diente en caso de que no se pueda restaurar para reemplazarlo.
Mitos y Realidades sobre las Caries
Seguro que tú también has escuchado alguno de estos mitos sobre las caries, y como afectan estas a la salud bucodental. Por eso le queremos poner fin a todas estas leyendas.
- La caries solo afecta a los niños: mentira, y es que como hemos dicho al principio es una enfermedad dental que puede afectar en cualquier edad. Lógicamente los niños tienen más posibilidades de padecerla porque no tienen una buena higiene dental o porque consumen más azúcar.
- Las caries se forman en los dientes frontales: también es mentira, porque las caries se pueden formar en cualquier diente, además de que los molares tienen más tendencia a desarrollar caries porque los alimentos pueden quedar atrapados en estos.
- El dolor es el único síntoma de las caries: mentira, es muy común que en las primeras etapas de las caries estas no produzcan dolor, pero cuando van desarrollándose y están en una etapa más avanzada puede alcanzar el nervio dental y producir por tanto las molestias.
- Los empastes tienen fecha de caducidad: esto es otro mito que se ha creado, y es que siempre que se siga una buena higiene y se siga una buena alimentación podemos mantener el empaste como el primer día.
- Las caries en los dientes de leche no son necesarias tratarlas: muchas personas creen que los dientes de lechen que tienen caries no requieren tratamiento, porque al caerse el diente se lleva la infección. Lo cierto es que el problema de la caries puede ir más allá de la pieza dental, y afectar a las encías.
La caries es un problema dental que muchas personas pueden desarrollar, y que existen diversos factores que pueden alterar el esmalte de los dientes y causar así la lesión.
Para evitar la formación de la caries y que esta se desarrolle en etapas más avanzadas, es importante acudir al dentista para que en las revisiones determinen los tratamientos más adecuados y evitar así daños mayores en el diente. También debemos tener en cuenta la importancia de una buena higiene dental, ya que es la clave de todo para evitar que se queden restos de comida o bacterias que puedan dañar el esmalte.
