Los implantes dentales han revolucionado el campo de la odontología, proporcionando una solución duradera para la pérdida de dientes. A diferencia de las dentaduras postizas o los puentes, que se apoyan en los dientes o encías circundantes, un implante dental se ancla directamente en el hueso de la mandíbula, replicando la raíz de un diente natural. Esta integración con el hueso, conocida como osteointegración, confiere una estabilidad sin precedentes al implante, permitiendo que funcione y se sienta como un diente natural. Además de mejorar la funcionalidad y la estética, los implantes dentales también tienen un impacto positivo en la salud oral general al prevenir la reabsorción ósea que a menudo ocurre tras la pérdida de dientes.
El procedimiento para colocar un implante dental es un proceso meticuloso que requiere la colaboración entre el paciente y un equipo de profesionales de la salud dental especializados. Inicialmente, se realiza una evaluación exhaustiva para asegurar que el paciente es un buen candidato para el implante. Esto incluye un análisis detallado de la salud oral y general, así como estudios de imagenología para evaluar la densidad y la integridad del hueso de la mandíbula. Una vez confirmada la viabilidad del procedimiento, se procede a la colocación quirúrgica del implante en el hueso. Después de un período de curación, durante el cual el implante se integra con el hueso, se coloca una corona dental personalizada sobre el implante, completando el proceso de restauración.
Los beneficios de los implantes dentales son numerosos, extendiéndose más allá de la simple restauración de la función masticatoria y la estética. Ayudan a preservar la estructura facial al prevenir el colapso óseo y la alteración de los contornos faciales que pueden ocurrir con la pérdida de dientes. Además, a diferencia de las prótesis dentales tradicionales, los implantes no requieren alteraciones en los dientes adyacentes, preservando así la integridad dental general. Con una tasa de éxito superior al 90%, los implantes dentales se han convertido en una opción preferida tanto para pacientes como para profesionales de la salud dental.
¿Qué es un implante dental?
Un implante dental es un tornillo de titanio que se coloca en la mandíbula, y sirve para reemplazar un diente natural que se ha perdido o se ha ido deteriorando. El implante actúa como raíz de la prótesis, dando así el anclaje que necesita el diente artificial.
Los implantes están formados por tres partes:
- El implante, que es el tornillo que se inserta en el hueso de la mandíbula.
- El pilar, la pieza que conecta el implante con la corona dental.
- La corona, la prótesis de cerámica que imita la pieza dental que falta, siendo la parte visible del implante.
Beneficios de los implantes dentales
Los implantes dentales son una solución muy adecuada para conseguir mejorar la salud de la boca, y es interesante conocer los beneficios que ofrece.
- No afecta a los dientes adyacentes: Al reemplazar el diente perdido por un implante, los dientes adyacentes dejan de moverse, cumpliendo con las necesidades de la boca. Además al ser una pieza independiente no afecta al resto de los dientes.
- Conservación del hueso dental: Al reemplazar la raíz del diente dañado se puede conservar mejor el hueso del diente, ayudando a que esté en mejor estado.
- Tratamiento indoloro: Es un tratamiento donde apenas se necesita una gran recuperación, es una pequeña cirugía donde se incluye anestesia local y donde apenas se notan molestias.
- Larga duración: El tratamiento de los implantes se realiza con materiales de gran calidad por eso permite que sea un tratamiento seguro y resistente en el tiempo.
- Naturalidad y comodidad: El implante dental ofrece un resultado muy natural, sin crear molestias en el paciente y con libertad a la hora de comer cualquier cosa.
Tipos de implantes dentales
Podemos encontrar diferentes tipos de implantes dentales, y estos se colocarán según las necesidades de cada paciente.
- Implantes de carga inmediata: se utilizan cuando el paciente tiene un buen volumen de hueso y sin infección.
- Implantes intraóseos: estos implantes se basan en la osteointegración y es uno de los implantes más empleados en la actualidad.
- Implantes subperiósticos, yuxtaóseos, fibrointegrados o subcrestales, los cuales se colocan sobre el hueso del maxilar y el tejido gingival.
- Implantes angulados: estos implantes se colocan de manera inclinada como causa de déficit de hueso del paciente.
- Implantes cigomáticos: esta tipología de implantes se suele utilizar en pacientes con atrofia maxilar, cuando las dimensiones del hueso son más reducidas.
- Implantes all on four y all on six: esta técnica utiliza la prótesis fija sobre 4 o 6 implantes. Es necesario tener un buen volumen de hueso.
- Implantes removibles: utilizan sobre-dentaduras o prótesis dentales completas sujetadas sobre un mínimo de dos implantes dentales. De esta manera es posible la sustitución de todas las piezas dentales.
¿Cuál es el proceso de colocación?
El proceso de colocación de los implantes es muy seguro.
- Retirar el diente dañado
Lo primero de todo es retirar el diente dañado, desinfectando de manera posterior la zona y limpiándola bien para que el resultado final sea adecuado.
2. Preparación de la mandíbula
A veces la mandíbula del paciente no tiene las dimensiones necesarias o no es resistente a la acción de la mordida, por eso habría que aplicar en estos casos un injerto óseo dentro de la encía que soporte la presión del implante. Este injerto puede ser natural o sintético.
3. Colocación del implante
Para colocar el implante se debe hacer una incisión en la encía, dejando el hueso expuesto para insertar el implante y el pilar. De manera general, los implantes que más se utilizan son los de titanio y zirconio, los cuales no producen reacciones alérgicas.
4. Momento de que el hueso crezca
Esta fase del proceso puede llegar a durar semanas, y es que hay que esperar a que la incisión y el implante hayan sanado por completo. Hay que tener paciencia con este proceso para evitar que se generen infecciones.
Colocación de la corona
En el paso final se coloca la corona, donde podemos encontrar dos métodos para hacerlo:
Corona cementada o fija: se pega el implante a través de cemento, lo que imposibilita quitarla.
Corina atornillada o removible: se puede retirar en caso de que sea necesario.
Cuidados tras el procedimiento
Tras completar el procedimiento del implante debemos tener en cuenta una serie de consideraciones para evitar problemas.
Hay que prestar atención a la limpieza, donde el cepillado debe ser normal, pero teniendo cuidado en la encía y punto. Hay que tener cuidado para que no queden restos de comida y así evitemos infecciones.
Tras realizar el cepillado, debemos enjuagar la boca unas dos o tres veces al día durante los primeros 7 días tras el tratamiento. Este enjuague puede ser con Clorhexidina o con agua hervida con sal.
Los geles antisépticos nos pueden ayudar, por eso se recomienda colocar una pequeña arte de gel para proteger la herida.
Conclusión
En el panorama actual de la odontología, los implantes dentales se han establecido como una de las soluciones más efectivas y confiables para la pérdida de dientes. Con los avances en tecnología médica y técnicas quirúrgicas, los implantes dentales han alcanzado una accesibilidad y éxito sin precedentes. Hoy en día, personas de todas las edades y con diversos desafíos de salud bucal pueden beneficiarse de esta innovación, disfrutando de los resultados duraderos y la mejora significativa en calidad de vida que los implantes dentales proporcionan.
La usabilidad de los implantes dentales también se extiende a su mantenimiento y cuidado. A diferencia de las prótesis removibles, que requieren cuidados especiales y pueden ser propensas a daños, los implantes dentales se cuidan con las mismas prácticas de higiene bucal que los dientes naturales. Esto incluye el cepillado regular, el uso de hilo dental y las visitas periódicas al dentista. Su durabilidad y facilidad de cuidado los convierten en una solución a largo plazo para la pérdida de dientes, con muchos pacientes disfrutando de sus implantes durante décadas.
En resumen, los implantes dentales representan un hito significativo en la odontología moderna. Ofrecen una alternativa superior a las prótesis dentales tradicionales, mejorando no solo la funcionalidad y la estética, sino también la salud oral y general de los pacientes. A medida que la tecnología continúa avanzando, podemos esperar que los implantes dentales se vuelvan aún más eficaces, accesibles y personalizables, consolidando su posición como el estándar de oro para el tratamiento de la pérdida de dientes.